Una persona con buenos hábitos de lectura posee autonomía cognitiva, es decir, está preparada para aprender por sí misma durante toda la vida. En esta época de cambios vertiginosos donde la tecnología es el centro de todo y los cambios se dan de manera cada vez más frecuente, es fundamental tener este hábito que nos garantice tener conocimientos actualizados, ya que ello nos volverá más eficientes y competentes en el campo laboral, académico y personal.
La lectura desarrolla el sentido estético, actúa sobre la formación de la personalidad, es fuente de recreación, constituye un vehículo para el aprendizaje, para el desarrollo de la inteligencia y para la adquisición de cultura. Por esa gran importancia, es necesario contagiar en nuestros hijos el amor por los libros; a continuación te damos algunos consejos para formar hábitos de lectura desde la familia, compártelos con tus hermanos y padres en este 23 de abril, día en que se celebra el Día Internacional del Libro.
- Ve con tu familia películas basadas en buenas obras literarias para que después se animen a leerlas. Tan sólo de las obras de Shakespeare se han filmado 336 películas.
- En los cumpleaños o en navidad, cuando tengas que dar un regalo, obsequia un libro.
- Si lees sagas o series (sin forzar tus gustos) esto provocará que poco a poco tu interés aumente y puedas hacer tus dosis de lectura más amplias, es una técnica muy recomendable para los jóvenes.
- Con ayuda de tu familia creen una biblioteca familiar, en un sitio cómodo de la casa, que sea una biblioteca sin llaves, accesible para todos.
- Compra libros habitualmente, pero bien seleccionados: son el alimento de la inteligencia y, por ello, hay que garantizar que la mercancía sea de excelente calidad. Hay tanto que leer y tan poco tiempo en la vida para hacerlo, que merece la pena afinar la puntería y leer sólo lo mejor.
- Dedican algún tiempo del fin de semana a leer en familia alguna obra maestra de la literatura y a debatir después sobre lo leído.
- Sobre todo en la infancia y en la adolescencia es sumamente importante elegir que se lee, para no terminar leyendo algo que desgaste los valores familiares.