Armar la
habitación de los más pequeños es una tarea de sumo cuidado, ya que debemos
incluir en ella todo lo que la convierta en un espacio que invite a desarrollar
su imaginación, su creatividad y que permita que se puedan sentir en un
ambiente seguro y confortable.
La deco habitación niños es un factor que podemos explotar justamente
para incentivar todos estos objetivos. Una buena deco niños puede incentivar a jugar más y que
las pantallas sean menos tentadoras. De hecho, una de las cosas más
importantes, es que tanto en el caso de varones como en la decoración de cuarto para niñas, hayan espacios específicos para
que puedan crear cosas nuevas y “trabajar”.
Para eso, niñas y niños deben contar con muebles infantiles, que se adapten a su tamaño: cuando
son muy pequeños, es mejor conseguir
muebles para bebés, y una vez que crecen, hay que colocarles muebles para
cuarto de niños. Estos muebles
pueden ser de todo tipo: sillas y bancos para que puedan alcanzar cosas, escritorios para niños, roperos para niños en melamina, mesas
de dibujo especiales, repisas de juguetes.
Y no solo hay que pensar
en la función, porque no hay nada más divertido para ellos (y para nosotros
también) que tratar de buscar todo tipo de combinaciones de formas y colores
que armen en la habitación el lugar donde quieran pasar toda la tarde jugando o
haciendo los deberes de la escuela.
Acá encontrarás algunos
tips para pensar cómo hacer esa habitación perfecta para las y los niños de la
casa.
Balancear
descanso y juego
La habitación no debe ni
ser aburrida ni ser casi una foto de un parque de diversiones. Para eso, es
importante seguir algunos de estos consejos que sirvan para estimular a los más
pequeños.
1. Una
habitación con los espacios planificados en función del crecimiento.
Es importante que toda
habitación acompañe el crecimiento y que siempre tenga el espacio suficiente
para el juego. Si bien resulta difícil que haya orden en la habitación de
nuestros niños, una de las mejores opciones para sostener algo de orden es que
los objetos puedan estar al alcance de sus alturas, de manera tal que puedan
potenciar la autonomía.
2. Los
muebles también deben planificarse.
Existe la opción de
diseñar los muebles, siempre y cuando se piense en el futuro ¿cuánto puede
servir esa pequeña silla en un par de años? ¿Será necesario tener una cama
extra por si se queda algún pequeño invitado de nuestros hijos? ¿Qué tipo de
espacio para guardar juguetes y ropa deben tener? Una gran opción para esto son
las camas que integran cajoneras, que pueden ser usadas para guardar ropa o sus
juguetes.
3. Siempre
dejar un espacio de juego.
Y para ello, lo ideal es
dejar el espacio central de la habitación, lo cual significa que deberíamos
colocar los muebles en los límites perimetrales para generar este espacio tan
importante. Una excelente idea es colocar una alfombra mullida de goma eva, que
además de ser perfectas para evitar que se lastimen, son muy fáciles de
limpiar. ¡Y vienen en muchos colores!
4. Base
neutra para el color de la habitación.
Si bien es un lugar de
juego, la habitación debe incentivar a la relajación especialmente en los
primeros años de vida de nuestros hijos. Por eso, no es mala idea que la
habitación tenga una base neutra a la cual ir agregándole otros objetos de
colores que puedan acompañar a la estimulación que debe recibir un niño o niña
a medida que vaya creciendo.
5. Si
hay espacio, zonificar el espacio de sueño y el de juego.
En los casos en que es
posible (muchas veces no lo es) se puede aprovechar una habitación infantil
amplia zonificando su espacio. Esto significa que es una excelente idea marcar
la zona de descanso diferenciada de la zona de juegos, que en otro momento,
puede convertirse en el espacio de estudio y trabajo. La separación de los
espacios fomenta un orden mental, donde las actividades se relacionan a áreas y
por lo tanto, sugieren la posibilidad de aprender rutinas. Se pueden separar
los espacios de diversas maneras: ya sea con elementos que separen
espacialmente, o con los colores y el tipo de decoración, que ayuda a ver
bloques visuales que logran un efecto divisorio.
6. Espacios
con seguridad para el bienestar de ellos… y el nuestro.
Uno de nuestros mayores
temores es que pueda sucederles algo a nuestros hijos, como que caigan y se
lastimen. Para evitar esos escenarios, lo mejor es conseguir muebles con
ciertas condiciones pensadas para su edad. Por ejemplo, las camas cucheta o
literas no deberían colocarse en las habitaciones de menores de 5 años, ya que
son una fuente inagotable de accidentes prevenibles.
7. Paredes
protegidas de los roces y golpes.
Aquellos muebles que se
arriman más a la pared como la cama son partes que se exponen más a los golpes
y a los roces, y a largo plazo, se manchan y exigen que se pinten nuevamente.
Pero esto sucede en cualquier parte de la pared que se encuentra a la altura de
nuestros pequeños, que suelen apoyarse mucho en ellas. Para evitar que las
paredes se ensucien, puede colocarse un zócalo en una altura mediana o
directamente aplicar vinilo o empapelar con un papel que pueda lavarse.
8. Espacios
para guardar los juguetes que sean prácticos.
Aunque parece una obviedad, no son pocas las habitaciones de niños que no han pensado de manera correcta cómo brindar un espacio especialmente para los juguetes que sea cómodo. De hecho, muchas veces se colocan muebles que son muy altos para los niños o muy pesados para transportar por ellos. Eso significa nada más y nada menos que no les estamos dando las condiciones para que sean ellos quienes ordenen sus cosas y seamos nosotros quienes nos ocupemos de su desorden. Para ellos, no hay nada mejor que destinar lugares para cada cosa. Los canastos o las cajas son excelentes opciones, y resultan ser mucho mejores si además tienen ruedas para que puedan transportar juguetes en la habitación y fuera de ella, y que puedan juntar todos de vuelta sin mayores problemas.