sábado, 14 de agosto de 2021

Niños y accidentes

 En vacaciones los niños pasan más tiempo jugando en casa y es cuando más posibilidades tienen de accidentarse, como padres debemos reaccionar al momento y saber que hacer para que una pequeña lesión no se vuelva un gran problema en su salud.

Los accidentes más frecuentes de los niños en casa son las caídas, los golpes, cortes, quemaduras y ahogamientos. Siempre es mejor llamar al pediatra antes de ir a la sala de emergencias, excepto en los accidentes de vida o muerte. Al hablar con el pediatra, él podrá orientarte sobre qué hacer para tratar la lesión o bien aconsejarte que lleves a tu hijo al hospital.
Es importante conocer y comprender los comportamientos de nuestros hijos para poder anticipar y prevenir los riesgos de accidentes. Un accidente con los pequeños no es una fatalidad, es ausencia de prevención. A continuación algunas recomendaciones:

Niños y accidentes

¿POR QUÉ UN NIÑO PEQUEÑO PUEDE ACCIDENTARSE?
Por las condiciones de riesgo del ambiente en que se encuentra, por los descuidos o la ausencia de los adultos y por los comportamientos propios de cada edad:

De 1 a 2 años:
  • Todo lo toca y se lo lleva a la boca.
  • Le atraen mucho los objetos que sobresalen, los huecos y las hendiduras. Los enchufes y tomacorrientes los explora e intenta introducir objetos en ellos.
  • Inicia la deambulación: gatea, camina y se trepa. Luego corre y salta.
A los 3 años:
  • Los adultos creen que pueden darle responsabilidades que no están en condiciones de cumplir (quedarse sólo, cuidar hermanos menores, etc.). Esta confusión es un factor de riesgo.
  • No sabe reconocer los peligros, no puede aún aprender y poner en práctica las normas de seguridad.
  • Le gusta imitar a los adultos.
A los 4 y 5 años:
  • Tiene gran curiosidad por máquinas y aparatos que lo atraen y entretienen.
  • No sabe reaccionar ante el peligro o puede hacer lo contrario a lo conveniente (se esconde en su cama en un incendio o se queda inmóvil).
  • Se entusiasma con su juego y se descuida (cruza la calle sin mirar tras una pelota).
PRECAUCIONES IMPORTANTES:
Productos tóxicos y medicamentos
Siempre hay que mantener fuera del alcance de los niños: detergentes, lejías, tintes, pinturas, insecticidas, colonias, cosméticos, etc. Es recomendable guardar estos productos bajo llave. En ningún caso se deben guardar en frascos o botellas de alimentos, ya que los niños podrían confundirlos.
  • Asfixia: Los niños pequeños se llevan todo a la boca, hay que controlar todo aquello que puedan tragarse, por ejemplo, las piezas pequeñas de los juguetes. Hay que tener cuidado con las bolsas de plástico, ya que al jugar los niños se pueden ahogar. Cuida que mientras se hace el aseo del hogar, no se dejen cubetas llenas de agua por la casa, un bebé que sabe gatear puede acercarse y sumergir su cabeza por accidente. Jamás hay que dejarlos solos en la tina de baño o en la alberca. Aunque un niño ya sepa nadar es muy importante la supervisón de un adulto.
  • Quemaduras: Cuanto menos pisen la cocina, mejor. Evita dejar al alcance de los niños cazos o sartenes con líquidos calientes. Cuando los niños se expongan al sol hay que evitar una exposición excesiva, que tomen el sol cuando van paseando ya que ello les aporta numerosas vitaminas, pero con una crema protectora recomendada por el pediatra.
  • Caídas: Las terrazas, balcones y azoteas son muy peligrosas para los niños, no es un lugar de juegos indicado. Hay que impedir dejar a su alcance muebles u objetos que les permitan trepar.  Hay que enseñarles a que no se asomen por las ventanas o balcones.
  • Objetos cortantes: Los cuchillos, tijeras y otros objetos cortantes deben estar siempre fuera de su alcance. También hay que observarlos cuando juegan con algún objeto que al romperse pueda cortarles.
  • Descargas eléctricas: Los aparatos eléctricos y cables deben estar bien protegidos. Los enchufes, con toma de tierra y empotrados. Hay que evitar dejar los aparatos eléctricos encendidos (planchas, radiadores, estufas).
  • El fuego: Si en casa tienes chimenea, ponle un muro de protección. Hay que impedir que el niño juegue con cerillas, mecheros o líquidos inflamables (alcohol, gasolina). Si hay fumadores en casa, que no olviden apagar bien los cigarrillos.
  • Los accidentes de tráfico: Hay que enseñarle a cruzar los semáforos cuando estén en verde, a que mire a ambos lados antes de cruzar y que lo haga siempre por los pasos de peatones, con tranquilidad. En cuanto a los padres, hay que recordar que cuando viajan en coche los niños siempre deben de ir en las sillas de seguridad adaptadas a su peso y estatura.
PARA REFLEXIONAR
Un accidente siempre tiene una historia previa que lo facilita y es fundamental reconocerla para cambiar a tiempo hábitos y comportamientos para evitar que sucedan. Las medidas de prevención requieren educación, ingenio, constancia, responsabilidad, participación y compromiso de los padres y de toda la comunidad. Cuando son muy pequeños los niños son capaces de empezar a entender el lenguaje, por lo cual se debe iniciar la enseñanza para el aprendizaje del control y del auto-cuidado.

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